En la proximitat de la festa de Sant Josep (19 de març) i en l’escaiença del cinquè centenari del naixement de santa Teresa de Jesús (28 de març) és pertinent recordar la gran contribució que la doctora de l’Església va tenir a propagar el culte al gloriós patriarca envers el qual tenia especial devoció: «Y tomé por abogado y señor al glorioso san José y me encomendé mucho a él. Vi claro que, tanto de esta necesidad como de otras mayores, de perder la fama y el alma, este padre y señor mío me libró mejor de lo que yo lo sabía pedir. No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido» (V 6,6).